Autor: Germán González Alvarez.
Este
fue
uno
de
los
primeros
juegos
estratégicos
que
apareció
en
computación.
Es
un
juego
lógico
donde
intervienen
una
serie
de
factores
o
elementos
que
hay
que
conjugar,
lo
que
lo
hace
extremadamente
interesante.
Los
factores o elementos
El
objetivo.-
El
juego
consiste
en
una
lucha
entre
bárbaros
y
romanos.
Ganan
los
romanos
un
vez
que
han
eliminado
a
todos
los
bárbaros,
o
ganan
los
bárbaros
una
vez
que
hayan
derrotado
a
la
Legión
César.
Los
combatientes.-
Cuando
uno
se
enfrenta
al
Legionario,
lo
primero
que
se
ubica
son
nuestros
adversarios:
los
bárbaros,
en
orden
de
grupos
de
5
legiones
de
infantería
y
5
de
caballería
cada
uno
–cada
una
de
las
legiones
de
un
grupo
bárbaro
tiene
la
misma
fuerza-,
que
se
pueden
aumentar
a
10
o
disminuir
a
1
de
acuerdo
al
deseo
del
jugador.
Las
fuerzas
romanas
consisten
en
una
división
de
elite
que
es
la
Legión
César,
dos
legiones
de
caballería
y
siete
legiones
de
infantería,
en
donde,
a
diferencia
de
los
bárbaros,
cada
legión
tiene
una
fuerza
distinta.
Cabe
señalar
que
si
la
cantidad
de
legiones
en
menor
de
10,
entonces
el
computador
prescinde
en
orden
jerárquico
inverso
de
la
menor
a
la
mayor.
Siempre,
la
cantidad
de
legiones
romanas
va
a
ser
igual
a
la
de
legiones
da
infantería
y
caballería
bárbaras.
La
fuerza
de
cada
legión
bárbara
o
romana
que
varía
de
momento
en
momento,
está
señalada
como
espadas;
la
reserva
consiste
en
la
disponibilidad
que
tiene
cada
adversario
para
recuperar
su
fuerza
de
combate.
Así,
nunca
la
fuerza
inmediata
o
espadas
puede
ser
mayor
que
las
reservas.
Cuando
se
produce
el
combate,
el
desgaste
es
tanto
de
espadas
como
de
reserva,
pero
siempre
el
desgaste
de
espadas
va
a
ser
mayor
que
el
de
reserva.
Para
recuperar
Al
elegir
una
disposición
menor
de
de
10
legiones
romanas,
tendremos
una
fuerza
que
varía
según
el
número
de
legiones
eliminadas
en
función
de
la
fuerza
variable
de
las
legiones
eliminadas,
en
cambio
la
fuerza
de
los
bárbaros
varía linealmente,
dependiendo solo del número restante de ellas.
Los
grupos
bárbaros
van
aumentando
de
fuerza
desde
la
primera
que
es
la
más
débil,
en
donde
la
combinación
de
caballería
e
infantería
no
le
pueden
ganar
los
romanos,
hasta
la
última
que
es
la
más
fuerte,
en
donde
prácticamente
existe
sólo
una
estrategia
para
la
victoria
romana.
El
jugador
puede
elegir
las
fuerzas
de
la
infantería
y
caballería
enemigas
en
cada
una
con
la
fuerza
que
el
desee.
El
relieve.-
Las
legiones
se
encuentran
en
un
territorio
sumamente
escabroso.
La
el
que
golpea
hacia
abajo
habilidad
de
aprovechar
las
alturas
es
fundamental
para
el
logro
del
éxito.
Las
alturas
están
marcadas
por
líneas
de
relieve
de
distinto
color.
La
superficie
enmarcada
por
líneas
rojas
son
las
más
altas,
y
como
veremos
son
las
óptimas
para
ubicar
las
legiones
leales,
existiendo
solo
dos
de
ellas.
Si
no
se
alcanza
a
llegar
a
las
líneas
rojas
,
hay
que
acudir
a
la
superficie
rodeada
de
líneas
azules
que
son
las
segundas
que
ofrecen
un
potencial
interesante
de
ataque.
Las
otras
no
permiten
lograr
la
misma
eficiencia
que
la
ubicación
en
esas
dos.
La
altura
permite
tres
variaciones
en
el
desempeño
de
las
fuerzas.
El
primero
es
la
velocidad:
la
tropa
que
sube
lo
hace
más
lento,
en
cambio
la
que
baja
lo
hace
más
veloz.
En
segundo
lugar
la
velocidad
del
ataque
se
incrementa,
en
menos
tiempo
la
que
baja
golpea
más
veces,
y
por
último
el
que
golpea
hacia
abajo
golpea
más
fuerte,
o
sea
no
se
gana
lo
mismo
por
golpe
en
una
superficie
plana
que
en
una
pendiente.
Como
veremos en Estrategia, el relieve permite organizar las fuerzas en
forma distintas dependiendo de : a) si se está en altura; ) si se
está abajo; y, c) si se está en una llanura.
Los
bosques.-
Después
de
la
altura
como
recurso
bélico
están
los
bosques.
Con
este
recurso
hay
que
tener
cuidado
porque
si
se
lleva
una
legión
equivocadamente
contra
un
bosque,
para
efectos
prácticos
esta
legión
está
perdida,
porque
sólo
podrá
salir
de
allí
si
es
atacada
por
los
bárbaros
y
pierda
más
de
la
mitad
de
su
fuerza.
Teniendo
cuidado
de
no
chocar
con
un
bosque
,
estos
son
sumamente
útiles
para
planificar
situaciones
favorables
para
enfrentar
al
enemigo,
toda
vez
que
permite
dividir
las
fuerzas
opositoras
en
grupos
pequeños,
haciéndoles
perder
cohesión,
elemento
estratégico
primordial
en
el
campo
de
batalla.
Debido
a
que
los
bosques
tienen
diversa
conformación,
la
estructura
de
las
legiones
va
a
variar
para
aprovechar
la
dispersión
de
las
fuerzas
enemigas
causada
por
los
bosque
mientras,
los
romanos
podrán
mantener
siempre
una
relación
fluida
y
coherente
entre
sus
legiones.
Luego
si no se puede emplear la altura, el bosque será un recurso útil
que permitirá un buen desempeño en el esfuerzo por lograr la
victoria.
La
velocidad.-
Para
cualquier
adversario,
sin
importar
cual
sea,
las
legiones
romanas
van
a
mantener
una
rapidez
constante,
pero
cada
legión
va
a
tener
una
velocidad
diferente.
Así,
las
más
veloces
van
a
ser
la
caballería,
seguidas
por
la
Legión
César
culminando
con
la
infantería
que
son
las
más
lentas.
Todas
las
legiones
de
infanterías
tienen
la
misma
velocidad.
En
cambio,
cada
uno
de
los
grupos
bárbaros
tienen
velocidad
distinta,
siendo
las
más
lentas
las
primeras
–que
además
son
las
más
débiles-
y
las
más
rápidas
son
las
últimas.
La
estrategia
Entenderemos
por
estrategia
la
disposición
de
nuestras
fuerzas
para
enfrentar
al
enemigo,
a
saber,
siete
legiones
de
infantería,
dos
de
caballería
y
la
Legión
César
que
se
opondrán
a
dos
grupos
de
10
legiones
bárbaras
cada
uno,
uno
de
caballería
y
el
otro
de
infantería.
Aunque
se
puede
elegir
un
número
menor
de
legiones
como
se
dijo
anteriormente,
por
ahora
consideraremos
las
10
máximas
que
puede
entregar
el
programa.
Para
realizar un acabado análisis estratégico hay que tomar en cuenta
los tres elementos, altura, bosques y velocidad, para ubicar
adecuadamente nuestras fuerzas.
La
altura es el elemento más importante. Si las legiones romanas (las
nuestras) logra ubicarse en el espacio rodeado por una línea roja,
su posición es óptima. En el caso que no se logre llegar a este
espacio, entonces se pensará en llegar a un espacio limitado por
líneas azules que también es bastante buena. En ambos casos se
puede optar por un disposición compacta.
En
el
caso
que
no
se
puedan
emplear
las
alturas
porque
se
está
muy
lejos
de
ellas,
entonces
habrá
que
aprovechar
las
diversas
características
de
los
bosques.
Aquí,
a
diferencia
de
la
altura,
se
trata
de
expandir
nuestras
fuerzas,
manteniendo
un
grado
de
conexión
entre
ellas,
de
forma
que
se
puedan
ayudar
mutuamente,
o
si
hay
que
retirarse,
se
pueda
establecer
un
cuerpo
mas
o
menos
compacto.
El
peor escenario de nuestras fuerzas es tener que luchar en la llanura.
Aquí se pierden todas las ventajas de la altura y de los bosques,
llegando la rapidez a su límite más bajo; con esto los bárbaros
lograran su mejor posición estratégica.